La Maddalena - visita a la ciudad de los sitios históricos y centros comerciales
Llegando a La Maddalena se ven, placidamente asomados sobre el mar, los coloreados palacios del setecientos y, en la cima de la colina, el fuerte de la Guardia Vieja que domina el panorama como antigua defensa de la isla..
Todo en la ciudad recuerda la importancia estratégica que tenía a lo largo de los siglos pasados en el área del Mar Mediterráneo.
El capitán Nelson, el héroe británico que de allí a poco debería ser destinado a derrotar la flota napoleónica, presente en la isla entre el 1803 y el 1805, regaló a la ciudadanía los candelabros y el crucifijo, conservados en el museo diocesano en el interior de la Iglesia parroquial de Santa María Magdalena.
Es placentero ir de shopping por las calles del centro histórico, tan rico de estrechas callejuelas llamadas "carrugi", que de verano se transforman en salas expositivas a cielo abierto. Basta alejarse de pocos cientos de metros para encontrarse delante de la bonita Iglesita de la Santísima Trinidad, Santuario de la isla, meta de pelegrinajes que contiene muchísimos ex-voto de marineros que sobrevivieron a los peligros del mar.
El litoral es un continuo alternarse de costas entrecortadas y graciosas caletas.
El camino panorámico llamado Spalmatore, que da toda la vuelta de la isla, permite llegar a las playas y ensenadas: entre las otras Cava Francese, Baja Trinidad, Punta Marginetto..